Mire más Allá |
Reflexiones -> Un hombre se acercó cierta vez a una construcción y observó a tres individuos que sacaban paladas de tierra de una larga zanja. Le preguntó al primer hombre qué estaba haciendo. Este se enderezó y respondió lo que para él era evidente: Estoy cavando una zanja. Se acercó al segundo obrero y le preguntó lo mismo. La respuesta fue apenas un poco más amable: Trabajo para vivir, solo eso... Para alimentar a mi esposa e hijos. Cuando le preguntó al tercer hombre qué hacía, este respondió con énfasis y una actitud positiva: Vea señor, estoy construyendo parte de una serie de canales de irrigación que convertirán este árido valle en una rica zona cultivable que producirá alimentos para combatir el hambre en el mundo. Mire más allá de las tareas aparentemente insignificantes y de los errores minímos de hoy y concéntrese en la totalidad del cuadro, en lo que finalmente sirve a los demás. Hallará mayor satisfacción en el yugo diario si se considera un creador de joyas para la corona del Señor en vez de un simple pulidor de rocas. Uno debe tener objetivos a largo plazo para evitar la frustración de los errores a corto plazo. Habacuc 2:3 Aunque la vision tarda en cumplirse, se cumplirá a su tiempo, no fallará. Aunque tarde, espérala, porque sin duda vendrá, no tardará. |
Pasando por una Crisis |
Reflexiones en Video - Cambio |
Reflexiones en Video - Cambio Siempre tenemos opciones... Algunos deciden seguir a la multitud y otros prefieren seguir su llamado. ¿Qué decides tú? |
No Resistas El Dolor |
En la Vida Nada, Sucede porque Si |
PowerPoint - En la Vida Nada, Sucede porque Si Un día, un muchacho pobre que vendía mercadería de puerta en puerta para pagar sus estudios, vio que solo le quedaba una simple moneda de diez centavos y tenía hambre. Decidió que pediría comida en la próxima casa. Sin embargo, los nervios lo traicionaron cuando una encantadora joven le abrió la puerta. En vez de comida, le pidió un vaso de agua. Ella pensó que el joven tendría hambre y le dio un gran vaso de leche. El bebió despacito y después le preguntó: -Cuánto le debo? -No me debes nada - respondió ella. Y continuó: - Mi madre nos enseñó a no aceptar pago por una caridad. El dijo: -Pues te agradezco de todo corazón. Cuando Howard Kelly salió de aquella casa, no sólo se sintió más fuerte físicamente, sino que también su fe en Dios y en los hombres fue más fuerte. El ya estaba resignado a rendirse y dejar todo. |
Hoy... Estará Conmigo El Consolador |
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