Hay tantas cosas por las que se puede agradecer a Dios, incluso en los momentos difíciles porque nos enseña y crecemos. Todo en la vida siempre tiene un propósito.
Tienes dos opciones: amargarte y enojarte o dejar todo en manos de Dios y Agradecerle.
Cuando la tormenta pasa es cuando podemos ver todo lo que trajo, no siempre es malo.
Solo toma este momento ahora y dile Gracias Dios por lo que has hecho en mí.
Habacuc 3:17-19 17 Aunque la higuera no florecerá, Ni en las vides habrá frutos; Mentirá la obra de la oliva, Y los labrados no darán mantenimiento. Y las ovejas serán quitadas de la majada, Y no habrá vacas en los corrales; 18 Con todo yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salud. 19 Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual pondrá mis pies como de ciervas, Y me hará andar sobre mis alturas.
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