miércoles, 14 de mayo de 2014

SOMOS UN MILAGRO. VE Y CUÉNTALO A OTROS.

Reflexiones - Cuando somos un milagro
Reflexiones - Cuando somos un milagro
Conducía de vuelta a casa alrededor de las cinco, tras de una reunión, atascado en el tráfico del Bulevar Colorado, cuando el auto comenzó a fallar y se apagó a duras penas pude empujarlo, maldiciendo, a una estación de gasolina, contento solamente de no estar obstruyendo el tráfico y que tendría un lugar más tranquilo para esperar la grúa. Ni siquiera se podía enderezar. Antes de que pudiera hacer la llamada, vi a una mujer saliendo de la tienda de conveniencia que pareció resbalarse sobre el hielo y cayó sobre un dispensador de combustible, por lo que me levanté y fui a ver cómo estaba.
Cuando llegué donde estaba, parecía más bien que había sido más sobrecogida por el llanto que por la caída; era una joven mujer que se veía bastante desaliñada con ojeras alrededor de sus ojos. Dejó caer algo cuando la ayudaba a levantarse y lo recogí para dárselo. Era una moneda de cinco centavos.
En ese momento, todo quedó claro para mí: la mujer llorando, la antiquísima camioneta repleta de cosas con tres muchachos en la parte de atrás (uno en un asiento del auto), y el dispensador de combustible leyendo $4.95. Le pregunté si todo estaba bien y si necesitaba ayuda, a lo que ella seguía diciendo: "No quiero que mis hijos me vean llorando", así que nos paramos al lado opuesto del dispensador a su auto. Ella dijo que conducía hacia California y que las cosas estaban muy duras para ella en ese momento. Así que le pregunté: "¿Y está orando?" Eso la hizo alejarse de mí un poco, pero le aseguré que no era un loco y le dije: "Él la oyó y me envió".
Saqué mi tarjeta de crédito y la pasé por el lector de tarjetas para que pudiese llenar el tanque de su auto, y mientras cargaba el combustible, me dirigí al McDonald's de al lado y compré dos grandes bolsas de comida, algunos certificados de regalo por más, y una gran taza de café.
Ella le dio la comida a los muchachos en el auto, quienes le cayeron como lobos, y nos quedamos parados junto al dispensador comiendo papitas fritas y conversando un poco.
Me dio su nombre y compartió que vivía en Kansas City. Su novio la había abandonado hacía dos meses y no había podido arreglárselas sola. Sabía que no tendría dinero para pagar la renta el 1 de enero por lo que, finalmente, había llamado a sus padres, con quienes no se había comunicado en cinco años. Ellos vivían en California y le dijeron que podía mudarse con ellos y comenzar de nuevo allá. Así que empacó todo lo que poseía en el auto. Le dijo a los muchachos que se iban a California para Navidad, pero no que se mudaban para allá.
Le di mis guantes, un breve abrazo y dije una rápida oración a su favor por seguridad en el viaje. Al dirigirme a mi auto, ella dijo: "Así que, es Ud. un ángel o algo parecido?" Eso, definitivamente, me hizo llorar. Le dije: "Querida, para esta época, los ángeles están muy ocupados, así que a veces, Dios utiliza a gente normal".
Fue tan increíble ser parte del milagro de alguien. Y, por supuesto, como pueden imaginarlo, cuando me subí a mi auto, encendió de una vez y me llevó a casa sin problema alguno.
Lo meteré al taller mañana para revisarlo, pero sospecho que el mecánico no hallará problema alguno con él. Algunas veces los ángeles vuelan tan cerca de uno que podemos escuchar el batir de sus alas...
Escrito por un interno de medicina de Denver Metropolitana
Enviado por Tony Irigoyen
Nunca dejes de creer en Dios y en los milagros que él hace. Sobre todo no menosprecies la oportunidad de ver cuando Dios te convierte en un milagro para otros. Hoy podría ser uno de esos días.
Dios hizo señales y milagros grandes y terribles en Egipto, sobre Faraón y sobre toda su casa, delante de nuestros ojos. Deuteronomio 6:22
De las grandes pruebas que vieron tus ojos, y de las señales y milagros, y de la mano poderosa y el brazo extendido con que el Señor tu Dios te sacó; así hará el Señor tu Dios con todos los pueblos de cuya presencia tú temieres. Deuteronomio 7:19
Prefiero recordar las hazañas del Señor, traer a la memoria sus milagros de antaño.Salmo 77:11
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Promesas de Dios - Vuela Alto...
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Promesas de Dios-> Dios nos ha dado alas para volar alto, tan alto como las águilas y descubrir que sus pensamientos al igual que sus caminos, son mas altos que los nuestros. Atrévete a Volar...
Isaías 40:31
Pero los que confían en el Señor
renovarán sus fuerzas;
volarán como las águilas:
correrán y no se fatigarán,
caminarán y no se cansarán.
Deuteronomio 32:11
Como un águila que despierta su nidada, que revolotea sobre sus polluelos, extendió sus alas y los tomó, los llevó sobre su plumaje.
Música Cristiana - Me Falla Todo menos Tú
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CONFIANDO EN TI SIEMPRE
SIEMPRE ESTARÉ
PUEDE QUE SE PARE EL MUNDO
PERO NO ME FALLAS TU
Pensamientos - Contra Temor Y Egoísmo
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Pensamientos - Contra Temor Y Egoísmo
"El amor no puede fluir donde las mentiras acerca de Dios y de nosotros han sido alojadas. Lo único que contrarresta el temor y el egoísmo es la verdad divina que permanece para siempre"
Serafín Contreras G
"En verdad, el que es la Gloria de Israel no miente ni cambia de parecer, pues no es hombre para que se arrepienta".
1 Samuel 15:29
Amigos Verdaderos
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"Tener amigos, verdaderos amigos, es la mejor prueba de una vida exitosa"
Edward Everett Hale
"¿Qué es un amigo?
Te lo diré...
... un amigo es alguien
con quien puedes
ser tú mismo."
- Frank Crane
"Un amigo es alguien que nos conoce muy bien
pero nos ama de todas formas."
-­ Jerome Cummings
"Solo tus verdaderos
amigos te avisan cuando
tienes la cara sucia."
- Proverbio Siciliano
Un amigo que vale la pena es aquel que
escucha tus más profundos pesares y
los siente como si fueran suyos.
Devocional Diario - Hoy... El Señor Peleará Por Nosotros
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Devocional Diario - Hoy... El Señor Peleará Por Nosotros
Un varón de vosotros perseguirá a mil: porque Jehová vuestro Dios pelea por vosotros, como él os dijo. Josué 23:10.
¿Para qué contamos las personas? Un hombre con Dios es una mayoría, aun cuando haya mil en contra suya. Puede suceder que nuestros colaboradores sean demasiados para que Dios pueda obrar por medio de ellos, como aconteció con Gedeón que acrecentó sus fuerzas menguando el número de sus combatientes. El ejército del Señor nunca es pequeño.

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